viernes, 11 de julio de 2025

Editorial


con voz propia Nº 143 

Revista literaria 

Julio 2025 


Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner 
Publicación creada en noviembre de 2006 
Distribución y publicación gratuitas 
ISSN 2314-0275




Lo que importa es el bien que hicimos, no el bien que esperábamos que otros hicieran. 
Elizabeth Lesser 



No volveré a ser joven 

Que la vida iba en serio 
uno lo empieza a comprender más tarde 
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante. 

Dejar huella quería 
y marcharme entre aplausos 
-envejecer, morir, eran tan solo 
las dimensiones del teatro. 

Pero ha pasado el tiempo 
y la verdad desagradable asoma: 
envejecer, morir, 
es el único argumento de la obra. 


Jaime Gil de Biedma 
España, 1929-1990 
De: Poemas póstumos, 1968 




Esperanza no es lo mismo que optimismo. La esperanza no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte. 
Václav Havel 



Revista literaria con voz propia 
ISSN 2314-0275 
Propietaria: Analía Pascaner 
San Fernando del Valle de Catamarca 
Catamarca – Argentina 
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



Confía en aquello que te conmueve más profundamente. 
Sam Keen


Autores publicados


En el mundo abunda el sufrimiento, pero también abunda la superación del sufrimiento. 
Helen Keller 

con voz propia Nº 143
Revista literaria 
Julio 2025 

Autores publicados en esta edición


Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 


Revista literaria con voz propia 
Publicación y distribución gratuitas 
ISSN 2314-0275 
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner


Aurea López Quiles

Evitábamos el final 

Evadíamos el final 
y así nunca empezamos 
sin que hubiera un principio 
se evitaba acabar. 

Las miradas desnudas 
sabían del futuro 
semejante a un pasado 
de pérdida segura. 

En aquellos trazos
y retales de nosotros 
venció nuestra invención 
y lo poco que teníamos. 

Quizás podamos decir 
que bordeamos el cielo 
y que no entramos porque 
un destino cruel así lo decidió.


Son dos 

La tierra fina en los costados 
precipitándose desde los cuerpos. 
Tumbados hay dos,
se quiebran, se funden. 
Se desliza suave, 
se evade dorada,
reparte perfecta 
en luces y sombras, 
colinas y valles, 
oscura y brillante 
por todos los huecos 
cayendo la arena. 
Los ojos cerrados, 
confusos jugando, 
rodando son dos, 
dos tan solo 
en única explosión. 


Interpretaciones 

Interpretaciones de compleja armonía 
reproducidas con destreza al piano 
con lo poco de mí que iba quedando 
y a pesar de tanto practicarla 
esa música no era la mía. 

Partituras de dificultad in crescendo 
escogidas por unos y por otras 
como parte de un programa diseñado 
y con restos de entusiasmo ejecutadas
esas notas no eran las propias. 

Preludios, invenciones, fugas o sonatas 
desde una silla junto a las teclas
de un blanco amarillento y negras 
a las que todavía ni alcanzaba
mis dedos las tocaban agotados. 

Con la voz huyeron pensamientos e ideas 
la expresión que mi mirada tuvo 
tanto como el calor de mi piel se desprendía 
y mientras iban sucediéndose los cursos 
el corazón en hielo se formaba. 

Desde aquella sombra de mí misma 
sobre el papel oscura 
y apenas ya reconocida 
busqué en esa silueta a la persona 
aquella que desaparecía reflejada. 


Paraísos 

Hemos perdido el paraíso en la Tierra, 
aquel que esperaban encontrar 
los desposeídos de otros mundos, 
el que soñaban cruzando desiertos, océanos, fronteras. 

Como ellos hemos perdido la esperanza también. 
Quizás perdido para siempre el edén 
Ahora preguntamos con lamento 
¿en qué hemos fallado si parecíamos invencibles? 

Pero todo paraíso tiene un fin 
y el nuestro estaba anunciado, 
la clave escondida en un acróstico 
que no supimos descifrar y que podríamos continuar: 

Fraude, falsedad, falacia, farsa, fracaso, farfolla, fariseos…
Incultura, insolidaridad, infamia, inversiones especulativas, injusticia, incertidumbre… 
Nepotismo, negación, necedad, ninguneo… 

Mientras termina nuestro paraíso cotidiano sin revuelo, 
pero con paro, recortes y estrecheces, 
otros se han asegurado un paraíso fiscal 
en tierras exóticas que suenan a eterno veraneo. 

Una candela encendió mi ánimo el 15-M. 
En esta reacción de campamentos que toma la calle en las ciudades, 
hemos recuperado algo de dignidad 
aunque nos llamen los Indignados


Últimos dos poemas tomados de: Revista literaria y artística Auca Nº 7 y de www.poetasdealrededor.blogspot.com 

Áurea López Quiles 
Alicante, España

El ser humano es un pedazo del universo hecho vida. 
Ralph Waldo Emerson

Cecilia Glanzmann

El agua en el alba 

Hay un sabor marino 
trascendiéndonos, 
se diluyen las coordenadas creíbles 
se huele un terreno tamizándose
en el arco iris… 

este mar que nos penetra 
es hermano de milenios en el alba del Verbo. 

Quizás estamos andando juntos 
por la Gracia en el camino, quizás. 


En el borde 

     En una noche oscura/…/ en secreto…/ ni yo miraba cosa/ 
     sin otra luz y guía / sino la que en el corazón ardía. 
     San Juan de la Cruz (La noche oscura del alma) 

Cuando alguien asciende al tejado 
de lo oculto 
de lo inefable en el trasluz 
de la “noche oscura del alma”, 
es una voz adentro. 

(Siento que este sueño de existencia
es devorado como un relámpago 
en el borde del horizonte). 


Instante 

En el árbol de las horas 
suspiran 
y bostezan 
los pájaros sin alas 

en el árbol de las manos 
vuelan 
en un ritual de soles 
los amaneceres 
diáfanos 

de las horas que saben 
se exilian 
sin miedos 
las sombras de la noche.


Centrarse 

Este perderse entre los otros
anónimos ellos y uno 
en la ciudad atragantada de vorágine 
me centra 
en la esperada encrucijada. 

(Hay un andar del hombre 
dado más de una vez 
en las vidas. 
Hay espejos en la Creación. 
Hay espejos en la redención 
del andar del hombre 
en la tierra 
seguramente). 


Planeta Tierra 

     Solo el amor reúne./…/ Amar es el camino y el Todo 
                                                               C. G. 

Cuando te hieren 
como saetas volcánicas 
las oscuridades que ciegan 
al hombre escindido en su conciencia 

ese vientre felino tan tuyo 
tan de madre paridora de reinos 
con púas hendiéndote por todos los costados 
no deja de buscar la estrella de seis puntas 
que es puente de universos entre la materia 
y el espíritu. 

Planeta entre dos reinos, 
con fe en el amor es tu prometeico canto, 
con los discos dorados guardianes del sino 
con los enraizados custodios para el vuelo 
hacia las escalas más altas. 

Y te yergues cantándole al Misterio. 


Poemas del libro de la autora: Aprendiz de pájaro (2010). Compilado en Obra Poética 1987-2017. Vinciguerra, 2018 

Cecilia Glanzmann 
Nació en Bell Ville, Córdoba. Reside en Trelew, Chubut, Argentina 

Nuestra grandeza reside no tanto en hacer un mundo mejor, sino en hacernos mejores a nosotros mismos.
Mahatma Gandhi

César Cantoni

Mi perro me habla

Mi perro me habla y yo lo escucho. 
Es ordinario y callejero, 
como los perros de Diógenes. 
De ahí, tal vez, proceda su sabiduría. 
No fue a la escuela, 
no tuvo guías que lo guiaran 
ni consejeros que lo aconsejaran. 
Ergo, puede pensar libremente 
(éste es su mérito más grande) 
y, además, con alegría 
(algo poco habitual en el que piensa). 
En su filosofía, no cabe el platonismo; 
tampoco hay margen para ídolos
ni mitos traídos de los pelos. 
Como no recibió bendiciones, 
nadie lo tiene en cuenta en el debate: 
“No es más que un perro indigno”, aseguran, 
y le arrojan un hueso con desprecio. 
Sí, mi perro me habla y yo lo escucho. 
A veces, yo también le hablo a mi perro,
pero, ¿qué puedo explicarle? 
Él ve claramente el horizonte 
donde mis ojos sólo ven la bruma 
del discurrir civilizado. 


Para saberlo 

Para saberlo, heme aquí, 
poeta de corto aliento, 
inexplicablemente vivo todavía, 
sentado como siempre a mi mesa de trabajo, 
escribiendo poemas que no serán leídos, 
mientras mi perro lidia con mis zapatillas, 
un caluroso día de enero de un siglo que comienza, 
en el país de los golpes militares, 
en un planeta devastado por la estupidez del hombre, 
en la desolación atroz de la Vía Láctea. 


En cada puerta que tocan 

Domingo a la mañana. Los pastores 
recorren las calles de la villa vecina, 
llevando la salvación a domicilio.
En cada puerta que tocan, dejan 
publicaciones con la geografía del cielo 
y fórmulas para orar y alivianar las culpas, 
mientras los perros ponen a prueba su espíritu apostólico. 
Ellos son la voz ambulante de las Escrituras 
en este suburbio del planeta 
donde la pobreza es una penitencia diaria. 
Sólo un poco más tarde, convencidos de haber servido a Dios, 
se alejan entre anuncios de alguna catástrofe inminente 
y ladridos que no favorecen su regreso. 


Pienso en un poeta muerto 

Pienso en un poeta muerto a los 25 años, 
mientras leo un poema suyo en una revista 
que tiene un nombre extravagante. 
Probablemente, el poema 
no logre sobrevivirlo mucho tiempo, 
pero hoy es lo que respira todavía por él, 
el único hueso que asoma de su tumba. 


Fábula posmoderna 

Según los expertos, muchas especies naturales
se hallan en vías de extinción. 
Hablan de tiburones, ballenas, cocodrilos, 
lagartos, lagartijas, águilas, cormoranes, lechuzas, 
garzas, chinchillas, huemules, musarañas…, 
sólo para dar un ejemplo. 
(Hasta el hombre, con su lógica destructiva, 
ha puesto en riesgo su propia supervivencia.) 
Al parecer, la naturaleza no sabe defenderse sola. 
Salvo en el caso de las ratas, 
que siguen multiplicándose. 


Poemas de Música continua. Antología personal, tomados de www.tuertorey.com.ar/ 

César Cantoni 
La Plata, Buenos Aires, Argentina 

Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse. 
Gabriel García Márquez

Nicolás Puente

El vendedor de aventuras 

-¿A qué te dedicas? -preguntó Andrea con voz ingenua. 
-Escribo cuentos de cincuenta palabras -respondí prendado de sus límpidos ojos de avellana y su piel de seda.
-¿Puedo leer uno? 
-Sólo si me das un beso. 
-Quieres comprarme un beso. 
-No, preciosa, quiero venderte el cuento más viejo del mundo. 


Plenilunio 

Ballesteros, escultor vulgar, modelaba escayola y, fortaleciéndola, la convertía en piedra. “La dama vengativa”, una mujer que sostenía en los labios una rosa y en la mano, un puñal, fue su obra famosa. Ayer encontraron su cadáver con una daga en el pecho y, destrozada a su lado, la escultura. 


Distancias 

Murieron los dos a la misma hora y separados por mil kilómetros. A él se le paró su corazón de mujer y en ella dejó de latir el de hombre. Los médicos certificaron insuficiencia cardiorrespiratoria; los forenses, rechazo de órgano trasplantado. 
La muerte sonreía: “Acabo de robarles su última oportunidad”. 


Rutina 

Cerró la puerta de la calle y puso de nuevo la maleta de siempre en el armario. En el espejo del baño pudo ver los moretones bajo el labio mientras cepillaba los dientes. 
Con pasos quedos se acostó en la cama de espaldas a él. 
-Hoy, no era el momento. 


Cuentos tomados de la página web del autor 

Nicolás Puente 
Nació en Dehesas, León, España. Actualmente reside en Saulheim, Alemania

Libre es aquél que sabe transformarse. 
Bert Hellinger

Lilí Muñoz

Colibrí 

trae colores 
un traje de colores 
un aletear de velos 
un sin fin de canciones 
en sus alas en plenitud de la mañana 
se irisa 
cambia 
el verde de su cuerpo
tan pequeño 
si lo toco huirá 
en tornasol 
y despertar de almendras 

sigo en mi flor 
y libo 
sin él 
ya no es lo mismo 
libo su danza 
el irse en desapego 
hacia el valle del sol 
la libertad 
su esencia. 


Con tu nombre en la boca 

pura hebra 
de surcos tu sonrisa 
derrama 
desarma las texturas 
destila 
escancia por tu boca

mis yemas
desenredan y trenzan 
trémula en copa 
la brasa que rebosa 

senderean caderas entre tiempos 
caricias de irupé y de tomillo 
ventea cruz del sur por los esteros 
media luna en piña 
acantila entre las dunas

con tu nombre en la boca 
mundos giran 
horadan grietas 
y rescoldos 
mucho 
queda 
todo 
nada nada 
de lo nuestro 

2025 


Entre grutas y humedales

es otro 
este paisaje es otro 
verde era el nuestro 
el que tuvimos 
tenía verde 
en este 
se escuchan los silencios 
no haremos el amor 
no 
solo estaremos 
estamos 
húmedas cuevas 
lejura de marea 
avanza 
alta en preñez entre las algas 
resaca de los mundos 
al alba hará su entrada 
vos 
galope en dos orillas 
entredormido 
acantilados ahondan las tibiezas 
en puntillas de espuma 
hundes tus dedos 
la arena reverdece entre las algas 
solo quiero que estés 
sin despertares 

2025 


Agar 

Abraham la había deseado. Gozaron. 
Abraham la había dejado. Era piadoso. 
Agar aferró los pedruscos. 
Entraré en tu casa, mi señor. 
Tu casa se abrirá a esta mi casa. 
Betilo enmudecía. 
Agar llovía. 
Llovía en su corazón. 
Llovía en la piedra. 


Lilí Muñoz 
Neuquén. Patagonia Argentina

Prefiero querer a poder, palpar a pisar, besar a reñir, bailar a desfilar, disfrutar a medir. Antes que nada, soy partidario de vivir. 
Joan Manuel Serrat

Luis Edgardo Soulé


Morir en el otoño, 
        cuando se apaguen todos los jardines. 

Que vengan a buscarme en el otoño, 
        a fines del otoño. 

¡Han transcurrido ya tantos inviernos, 
        han muerto tantas flores! 
Y ya no hay mariposas en el patio. 

En otoño está bien, 
   cuando esté terminando  
       y me pueda llevar en las pupilas 
                          el color de las rosas. 

    Y volver a ser tierra redimida.


       *   *   * 

Mi poema es apenas 
ese grano de arena 
                que acaricia la piedra 
ese mínimo trazo en la tierra mojada. 

Mi poema es apenas 
esa sola palabra en la piel del recuerdo. 

Un fastidio de brumas. 
Un silencio poblado 
               en el cuenco del tiempo. 

Una ausencia que crece 
               un intento frustrado. 


       *   *   * 

He llegado hasta el sitio donde la tierra asume 
su destino de sombra. 

Donde cruje el silencio inquieto de la rama. 

Llego desde el latido de la tierra, 
                       obstinada en repetir follaje 
hasta el lugar exacto donde caen las hojas, 
hasta el sitio preciso donde la tierra espera. 

Entonces solo escucho el rumor misterioso 
del río, 
           que presiente su destino de espuma. 

Luego ocurre la luz 
ese eterno milagro que clausura las noches, 
que rescata la carne que claudica, 
que sincera los miedos. 

Es el momento 
en que me quedo solo con las sombras 
que transito la hierba  
                    que trepo hasta el olvido. 


Poemas del libro del autor: Toda la luz y un día, 2016. 
Tomados de: www.tuertorey.com.ar/ 

Luis Edgardo Soulé 
La Plata, Buenos Aires, Argentina

Todo tiempo tiene su tiempo. Empújalo y será demasiado pronto. Reténlo y será demasiado tarde. En el momento correcto, no habrá nada que lo detenga. 
Ray Grigg

Irene Bompas

157 

Los recuerdos me asustan
¿Cómo determinar el justo momento 
en que empezamos a mirar para atrás? 
Parsimoniosos los días y las horas no terminan 
¿Dónde buscamos? 
¿En las gotas de lluvia de ayer? 
Caídos entre el empedrado citadino 
y la zanja de Benavidez 
los bichitos colorados y las vaquitas de San Antonio, 
corriendo entre los yuyales amarillentos 
mis hermanxs y yo, 
esperando inconsolables 
el llamado de mamá 

10/10/21 


252 

Y el silencio se comió los dientes 
Atragantados de tanta mentira 
Y la luz arrastró su mirada roja y fiel 
Allí donde nunca duerme el silencio 
Donde la vida siempre desconcertada 
Grita susurros de libertas 
Más acá, una lucecita en el alma 
Y otra 
Y otra 
Y otra más 

14/3/24 


129 

Apretado al colchón con ataduras invisibles 
parece moverse sin sentido 
hacia la espera que no llega 
lagrimea 
y lágrimas que decantan
y suben gota tras gota por la almohada 
¿a dónde van? 
espejados los ojos de sal 
vuelven a hurtadillas 
a las cejas pálidas y tupidas 
de las que nunca debieron haber partido.

11/6/21 


185 

Borges en las piedras 
La Cifra inalcanzable 
como inalcanzable es la quietud 
de la telaraña y del laberinto 
y las encrucijadas del destino. 

6/1/22 


186 

Epifanía del ser 
revelación mágica de la existencia 
como abruptos chasquidos del pulgar
y la quietud del mate amaneciendo 
Y serán campanadas en el campo 
y multitudes enamoradas 
y huecos oscuros en la piel 
y la boca de lluvia despojada
tan inefable el ethos 
como el vértigo del destino 
cuando ya no escriba. 

29/12/21 6.39 am Qhispikay 


140 

Reírme, no con la boca 
con el alma 
Despertar en la silla matera 
y en Qhispikay* 
un atardecer cualquiera 
Pero en el ojo del Carancho 
se resume la vida y la duda 
la existencia más primigenia 
de la pregunta quién soy 
Y el polvo aletea la brisa 
Y la sonrisa vuela con el alma. 

*Nota de la autora. Qhispikay: Libertad, en lengua quechua 


Irene Bompas 
Buenos Aires, Argentina

No somos seres humanos atravesando una experiencia espiritual. Somos seres espirituales atravesando una experiencia humana. 
Pierre Teilhard de Chardin

Carlos Grimberg

Ixtar y el hijo de Israel 

Para quienes saben que el Amor es más poderoso que el tiempo 

El sol caía como fuego dorado sobre las aguas del Mediterráneo, en las tranquilas playas de Naharía. 
Era un atardecer más para los turistas y paseantes, pero no para Avner. 
Él caminaba solo, descalzo sobre la arena húmeda con la mirada perdida en el horizonte. 
Había pasado una semana complicada en su trabajo como ingeniero en Haifa y venía al mar a encontrar un poco de paz, sin embargo ese día, algo distinto flotaba en el aire, una brisa tibia traía consigo un aroma antiguo, como incienso y sal.
Fue entonces cuando lo vio… 
El barco avanzaba silencioso impulsado por una enorme vela con un símbolo pintado que Avner nunca había visto, de pie, en la proa, una silueta femenina destacaba prominente, su cabello caía como cascada oscura y espesa hasta la cintura, su piel tenía un brillo dorado. 
Los ojos de Avner encontraron los de Ixtar. 
Ella vino hacia él cabalgando la espuma, no nadó ni caminó, no se mojó… flotaba… etérea… pura. Sus ojos parecían contener las tormentas y cielos de miles de años. 
Avner sintió un escalofrío, sabía que toda su vida había sido una preparación para ese momento. 
Avner habló… “Soy Avner, hijo de Israel”. 
Soy Ixtar… estoy recordando… 
Su hebreo tenía un acento imposible de ubicar, como si fuera de otro tiempo… vestía un manto azul profundo y de su cuello pendía un medallón con la estrella de ocho puntas. 
Nervioso, porque comprendía la grandiosidad del momento, Avner se rió, …la Diosa? 
La reina, la que navegó estas aguas cuando el mundo era joven, cuando las torres de Tiro y Sidón se alzaban orgullosas. 
He caminado entre los siglos, viajando con las olas hasta aquí… Naharía, hija de las antiguas tierras de Canaan. 
Hablaron durante horas, mientras el cielo se teñía de violeta y las estrellas comenzaban a encenderse. 
Ixtar le contó de los días en que las naves fenicias surcaban los mares, del templo que se alzaba entre Akko y el río Belus -al que hoy llaman Nahal Naaman- donde el vidrio nació de la madre arena y el padre fuego. 
Avner le habló del Israel moderno, de los kibutzim, las start-up, de las heridas de las guerras y los sueños de paz. 
Y en medio de historias, risas y silencios, miradas profundas, nació algo más fuerte que el tiempo: el AMOR. 
Ambos sabían que aquello era imposible. 
Ella, un suspiro eterno entre las arenas de la historia. 
Él, un hombre anclado en su tiempo. 
Pero en las playas de Naharía, donde las olas y la espuma traen secretos de civilizaciones pasadas, el Amor no entiende de límites. 
Ixtar prometió regresar, cuando el viento del oeste soplara fuerte y el mar brillara bajo la luna llena. 
No soy de este tiempo -susurró ella- pero el amor… el amor no pertenece a ningún siglo. 
Avner la vio desaparecer entre las olas… su figura disolviéndose entre espuma y luz plateada. 
Los días pasaron, Naharía cambió, los hoteles se alzaron junto a las dunas, las cafeterías se llenaron de turistas y las voces modernas cubrieron las viejas canciones. 
Pero el mar… el mar nunca olvida. 
Cuando la luna brilla plena y el viento trae ese perfume que no pertenece a este siglo… ella regresa. 
Ixtar camina por la orilla y a su lado Avner. 
Él… el hombre que eligió amar sin importar el tiempo ni la lógica. 
Ella… la reina fenicia que decidió cruzar el umbral entre los siglos… por él. 
La gente los ve pasar… y no los reconoce. 
Pero el aire, la luna y el mar… SÍ. 
Porque cuando dos almas se encuentran más allá del tiempo, ni el olvido ni los dioses pueden separarlas. 
Y así, en las playas de Naharía, entre la espuma y la historia, el AMOR sigue vivo. 


Carlos Grimberg 
Nació en Buenos Aires, Argentina. Actualmente reside en Naharía, Israel

El amor es el espacio y el tiempo medidos por el corazón. 
Marcel Proust

Abel Otto Torre

Fuerza 

La otra fuerza no es fuerza,
es vacío: la luminosidad del engaño, 
la fuente que refracta lo inalcanzable: 
el amor, la vida eterna y la muerte 
de la desdicha propia y ajena. 


De la calle 

Los grises adoquines
adornan el piano que canta 
los rumores del olvido. 


Fantasmas 

La población de muertos 
deambula en la ribera de los ríos. 
Nublan los ojos de los fantasmas 
que vestidos de blanco 
viajan entre nubes y viento. 

Final

Como un rumor tembloroso 
en el horizonte invisible, 
la palabra crece como árbol 
que anhela iluminar 
la sombra que lo aprisiona. 


Inundación 

No todos los días son tu día 
de tener una canción en la boca. 
¡Qué tiempo de perros! 
Hay días en que uno es un perro 
más sobre los techos. 
¿Dejaré de serlo algún día? 
Mientras tanto pienso en el sol ausente 
el pan y la leche calientes y los dados 
de azúcar que dejaba caer para mi perro. 
Para él, que sólo es perro 
y que también está en los techos, 
el techo que no nos cobija 
como en otros tiempos 
cuando subíamos la escalera blanca 
para llegar al techo. 
Al techo que sólo era techo para cobijar 
y no como ahora que tenemos 
un techo para perros, 
los que ya no tenemos techo 
porque ahora sólo tenemos techo 
que apenas es una balsa solitaria 
anclada en alta mar. 


Despedida 

La muerte inédita desanda 
trina, cavila, 
busca la cuenca de los ojos. 

La neblina 
de las lágrimas heridas 
cancelan la ropa que se tiñe
de ceniza. 

Mientras tanto, tú 
mi cuerpo desvalido, 
te imaginas 
dar pañuelo a la última 
despedida. 


Abel Otto Torre 
Córdoba, Argentina

Todos somos viajeros en el desierto de este mundo, y lo mejor que podemos encontrar en nuestro viaje es un amigo honesto. 
Robert Louis Stevenson

Jaime Villanueva Donoso

Libro 

Más fría que antes 
dijiste que te devolviera 
el libro de tapas rojas 
que me prestaste, 
pero es imposible 
tirar el tiempo por la ventana 
y soñar con que aquí no ha pasado nada 
Si alguna vez vuelvo 
a ver ese libro con tapas rojas 
seguramente voy a pensar en devolvértelo 
en persona o enviártelo 
pero nada de eso voy a hacer. 
Habrá pasado tanto tiempo,
las cosas serán tan poco importantes, 
apenas nos recordaremos, 
sin embargo 
el libro crecerá 
en importancia 
en historia 
y en dolor. 

Sin más, el libro 
se quedará en los archivos 
esperando por algún depredador 
que por más que lea 
jamás se enterará de nada. 

Podría arrancarle algunas hojas 
y lanzarlas al aire 
para que ocupen un lugar lejos, 
pero eso sería confiar en el destino 
eso sería darle en el gusto al mal gusto, 
eso sería darte en el gusto, en el mal gusto, 
que te ha venido últimamente.


Ojalá que se llame Alicia 

Qué linda es Alicia, 
-Eso, si es que se llama Alicia.- 

Desde aquí puedo ver 
su jardín 
ojalá que el tiempo no me falte 
ojalá 
preguntarle el nombre. 

Ojalá que las cortinas no me escondan 
sueños a quemarropa. 

(acá suena una linda melodía de guitarra suave 
mientras la ventana me mira la cara)

Saluda a quien quieras 
de espalda al sol 
y dame (despliega) valentía 
para seguir atado a mi propia vida. 

Qué triste está Alicia, 
-si se llama Alicia.- 

Ojalá que se llame Alicia, 
más por su bien 
que por el mío. 


Avión para cinco personas 

Cómodos asientos de cuero de espalda 
búfala 
recién comprado. 
Un avión para cinco 
personas 
hace su vuelo, 
como tantos ya han hecho, 
la exclusividad es su don 
y su maldición, 
no está hecho para el presidente 
sea mujer, sea hombre; 
no está hecho para 
nadie muy especial 
ni artistas de la televisión, 
ni futbolistas, ni tenistas. 
El avión para cinco personas 
lleva a mil personas 
muertas 
el avión para cinco personas 
traspasó la barrera del sonido 
y se quedó en la esfera del silencio, 
desapareció 
como el avioncito de madera y tela 
y lleva a mil personas muertas 
con dirección al olvido, 
                                     al futuro. 


Textos del poemario del autor: Los Silencios Bien Guardados, Grupo Casa Azul 

Jaime Villanueva Donoso 
Viña del Mar, Chile

En todo país hay heridas por sanar. En toda comunidad hay trabajo por hacer. En todo corazón hay capacidad para hacerlo. 
Marianne Williamson

Isidoros Karderinis

Playa 

En esta playa mágica 
Ya desde el primer instante 
Mis ojos se sosegaron 
Favorecidos del destino 
Que con su jugueteo celeste 
Grababa dentro de mí 
La llama refrescante 
De un mundo de indecible resplandor. 

Y al cavar en la arena rubísima 
Con el cuerpo tostado por el sol 
Una cara blanca comida de sal 
Me sonrió de repente 
Las paletadas de sudor que había vertido 
Me recompensaron con generosidad.

Y un poco más allá las gaviotas 
Abandonadas a su despreocupación 
Aleteando sobre los vellones blanquísimos 
De las olas 
Trazaban con esmero como pintores admirables 
Con sus graznidos 
La rara belleza artística del paisaje. 

Así también ahora 
Al abrir la mirada al infinito 
En la azulísima bóveda del cielo 
Que lleva el amarillo dorado del sol 
Clavado en el pecho 
Caen desde el árbol de mi alma 
Como hojas verdes 
Un lago lleno de sentimientos transparentes. 


Padre me escuchas 

Padre me escuchas 
Te has ido 
Y ha oscurecido el cielo 
Las gigantescas nubes 
Arrastran sus pasos 
Llorando 
Los pájaros no vuelan 
Se han escondido en los bosques 
Y las espesuras
El sol cansado 
Se ha inclinado en su almohada 
El mar negro 
Y hosco 
Ha desechado 
Su sobriedad 
Los montes sombríos 
Se han cubierto con una manta 
De nieve 
Los campos tristes 
Están muertos
Como cementerios 
Abandonados
Los ríos crecidos 
Se han vuelto blancos de rabia 
Los lagos se han congelado 
Como la sonrisa en los labios.

Padre me escuchas 
Te has ido 
Y la ciudad se ha vuelto gris 
Los tejados exhalan 
Humos negros 
Los balcones gotean 
Amargas lágrimas 
En las aceras resbaladizas
Las calles desiertas 
Entregadas 
A su desesperación 
Los castañeros en las esquinas 
Afligidos 
Se calientan sus manos 
Las estatuas de las plazas 
Desnudas 
Tiemblan del frío 
Los jardines melancólicos 
Con árboles azotados por el viento 
Que se inclinan 
En el cielo negruzco. 

Padre me escuchas 
Te has ido 
Y en el pecho del dolor 
Picotea sin cesar 
El buitre. 


Textos del libro del autor: Poemas de fuego. Casa Editorial Punto Rojo Libros, 2018 

Isidoros Karderinis 
Atenas, Grecia

A la ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue. 
Francis Bacon

Andrea Fregoli


Una palabra 
que funcione como amuleto 
contra tu ferocidad 
tu veneno. Una palabra que 
detenga tu deslizamiento por 
las tuberías. No pasarás.
Yo establezco esa palabra 
como muralla. 
Si cierro los ojos 
al abrirlos te habrás desvanecido. 
Vos y tus sombras, 
vos y tus semillas. 
Volverá el tiempo del sol y la brisa.
Suelto esa palabra en este momento. 
Ahora me queda la tarea de aprender 
a vivir sin miedo. 


         *   *   * 

Fue al cruzar el boulevard 
que me sobresaltó la sombra 
cual ave rapaz 
lista para el arrebato. 
Pero, era otra cosa, 
con posibilidades 
de ser menos o más peligrosa, 
¿neutralizada por lo cotidiano? 


Fricciones 

Si pensaste 
que me iba a animar
a parodiar un título
del gran maestro nacional, 
¡acertaste! 
Friiisk. 
Y si sospechaste 
que iba a hacer referencia 
al gran grupo pop que 
quedó a un costado 
del camino y se lo tomó 
con soda, 
¡acertaste! 
Friiisk. 
Mi poema resultó 
un roce entre metales,
un cascar de pedernales, 
llamita. 
Friiisk. 


Andrea Fregoli 
Rosario, Santa Fe, Argentina

No malgastes tu vida en dudas y temores. 
Ralph Waldo Emerson

Fernanda Andriole

El dibujo 

Dibujaba, hacía miles de trazos con colores diferentes sobre la pared de mi habitación. Trazaba curvas, líneas, rectas. Perpendiculares y más, y todos llegaban a una forma que ni yo podía discernir. No sé… se parecían a tantas cosas… De repente se asomó un rostro entre los tantos bosquejos que formaban la figura, era el rostro de mi padre. Sin saberlo lo había buscado entre el caos de mi mente y la fantasía, la quimera había pintado con su cincel su cara. 
Y justo era lo que necesitaba para encender las luces de todos los universos de mi alma… 


         *   *   * 

Allá en lo lejano sobre el vaho del mar, 
el recuerdo del pasado se ensaña con las olas 
como un barco que no quiere a su destino llegar. 
Otra vez el otoño ha de terminar, y con él se irán las cosas cotidianas ya vividas para no volver jamás. 
Qué triste es saber que todo ha de acabar, así como se fue la infancia, aquellos amigos… ¿quién sabe a qué lugar? 
La vida es como un prisma de cristal en cuyas partes está,
como algo incierto, todo eso que se va… 
Y otra vez igual que siempre la primavera con sus retoños traerá 
la ilusión que aparta las penas y nos hace olvidar, 
aunque nada tenga olvido, y todo tenga un final. 


Fernanda Andriole 
Inriville, Córdoba, Argentina

Sé como el ave que al posarse en ramas ligeras las siente ceder y sin embargo canta, porque sabe que tiene alas. 
Victor Hugo